La obra se titulaba el loco y
la muerte; empieza cuando Jesús está celebrando la última cena con sus
apóstoles, un loco juega a las cartas con dos jugadores. Aparece la muerte y
estos huyen. El loco se ingenia toda clase de estrategias para que no se lo
lleve, sin saber que no es por él por quien viene la muerte, sino por Jesús.
En esta obra participó solamente un actor, el cual representaba a
los cinco personajes principales de la obra ( loco, muerte, ventera, dos
jugadores); la música era conformada por dos personas que tocaban una
batería, un xilófono y una trompeta los cuales se encontraban dentro de la
escenografía y dentro de ésta se encontraba un espejo, una mesa con tres
sillas, una baraja de cartas, una botella de vino y una copa, las luces
iluminaban solo el escenario y en algunas partes se enfocaba en el actor como
centro, todos estos elementos eran bastantes sencillos; esta obra representada
hace parte tanto de un monólogo como de un misterio bufo, esto es una
representación que hace una crítica, reflexión o sátira de un misterio
evangélico. Por el contrario de tener una orientación política es más bien
religiosa ya que la reflexión a la que
llega la obra se relaciona mucho con la semana santa en especial en la última
cena, desde una perspectiva crítica y satírica en cuanto a los rituales que
Jesús y sus discípulos realizaron en aquella época y como Él dio su vida por
nosotros sabiendo que ese era su destino y aceptándolo sin ningún temor.
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